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martes, 15 de marzo de 2011

Reuters, Europa press...


Pragmáticos. Incansables motrices son estos acorazados fríos con corazón de plata. No esquematizan ni subrayan, simplemente tiran y tiran constantes de esa cuerda que el ojo global vigila impaciente.

Nos dan su desayuno, imponiéndonos ese menú que cae como miga de tostada en nuestro cerebro cada mañana. El viejo truco de informar al aire, de ver letras que no te obligan, pero te llaman, de ese humano hablando solo y no te pide compasión sino todo lo contrario, él sabe que si rechazas la información, serás un ignorante banal un día más, tienen la clave.

Así viven, estafando intelectualmente a la masa del laberinto que no tiene más remedio que empaparse de sabiduría impuesta, de debatir temas que vienen de fuentes secas, somos una gran cola de gente que esperaba ríos de tinto cuando solo llegó pan.

Después nos sorprendemos y comentamos, nos asustamos de los acontecimientos que llegan de repente en un mundo sin sorpresas, ¿Cómo es posible?

Toneladas de información, miles de imágenes, saturación de discursos y divagues de todas las índoles 24/7:

 ¿Dónde está el mesías? ¿Y Nostradamus? 

Parece increíble lo engañados que estamos, en una era donde reina la información por doquier todavía no existan personas capaces de predecir hechos que están delante de nuestros ojos, me siento el más estafado hoy.

4 comentarios:

Humberto Dib dijo...

Es verdad, Mauro, hacía mucho que no nos visitábamos. Fue bueno que pasaras por allá y me trajeras hasta acá.
No recuerdo si fue Montesquieu quien lo dijo, pero no hacemos más que englosarnos, afirmó. El mensaje era para aquella época en la que se editaban cientos de libros que comentaban acerca de otros libros.
Hoy podríamos decir, no hacemos nada más que informarnos, pero ¿de qué sirve toda esa información?
La respuesta la diste tú con esta entrada.
Un gran abrazo.
Humberto.

Humberto Dib dijo...

Ahora lo recuerdo, fue Montagne... con "M" comenzaba, ;)
HD

Ana Antón dijo...

Injusticias las ha habido desde siempre y en todos lados. En nuestras manos está cambiarlo, es muy fácil echarle la culpa a los demás y, seamos francos, la mayoría de la población mira por si mismo. ¿De verdd ayudamos por sentirnos mejores ersonas o lo hacemos por pena? sentir pena hacia los demás es triste, y más lo es ayudar para recibir alabaciones a cambio. No seamos hipócritas, por favor.
Carpe diem!

Mauro Lahore dijo...

De eso precisamente se trata este blog, de aportar ideas constructivas a través de los temas que se tratan.Ideas de verdad, que no nos dejen en el margen de la queja y que puedan pasar a la práctica.

no se si hemos tratado el tema de la compasión o el interes por la satifacción individual, es un buen tema y quizás caiga en los próximos días, un saludo y gracias por participar.